miércoles, 25 de noviembre de 2015

Por qué no voy a ir a la manifestación contra la guerra

Este sábado hay una manifestación contra la guerra. Está convocada por gente a la que admiro y respeto, y por partidos políticos a los que he votado y volveré a votar en las próximas elecciones. Pero yo no voy a ir. Supongo que tanta gente con la que comparto valores no puede estar equivocada y que el equivocado seré yo (de nuevo), pero me gusta equivocarme por mí mismo.
          No voy a ir, aunque considero vergonzosa la actuación de EEUU y sus aliados de la OTAN; cómo han destrozado países como Siria o Irak, tratando de colocar gobiernos títeres que beneficiasen sus intereses petrolíferos. No voy a ir a pesar de la vergonzosa actitud de estos países hacia el pueblo kurdo, al cual se ha criminalizado históricamente (aún ahora siguen considerados como terroristas), defendiendo los intereses imperialistas de Turquía, que incluso a día de hoy sigue bombardeando sus posiciones. No voy a ir pese a la infame actitud de estos países vendiendo armas a países que han colaborado y engordado al monstruo del ISIS. No voy a ir pese a que sé que la intervención militar por sí misma no va a solucionar el problema, siendo necesarias políticas sociales y de integración a escala global. No voy a ir aun sabiendo que los que pretenden arreglar el problema son los que lo han generado.
         


       
           ¿Y por qué no voy a ir? No voy a ir porque creo que hay que apoyar al pueblo kurdo y aquellos que combaten a los terroristas fascistas del Daesh. No creo que un sencillo “No a la guerra” sea lo más adecuado en esta situación. Algunos me recriminarán que van a morir inocentes y que tanto vale la vida de un sirio como la de un francés. Es cierto, pero hay cosas peores que la muerte. No actuar y ayudar al pueblo kurdo, que es a la vez ayudarnos a nosotros mismos, provocará igualmente la muerte de inocentes. Pero no solo eso, será la causa de que la barbarie se expanda por pueblos enteros, causando infinito dolor y sufrimiento; será la causa de que nuevas mujeres se vean obligadas a vestir con burka, de que más homosexuales sean arrojados desde altas torres, de que cualquiera que no comparta el fundamentalismo y la barbarie del Daesh pueda ser degollado brutalmente. No voy a ir, porque si yo fuera kurdo combatiría al ISIS, porque admiro a los valientes brigadistas extranjeros que han ido a luchar a su lado y porque apoyo a los milicianos del YPG y a las mujeres peshmergas que combaten a los crueles fanáticos del Daesh, guardándose la última bala para ellos mismos. Porque es mejor morir a vivir bajo el yugo del salvaje fascismo del ISIS.

4 comentarios:

  1. No comprendo tu argumento. Cuando decimos NO A LA GUERRA, no estamos para nada negando la resistencia antifascista.

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  2. Mi argumento es que si estoy a favor de la lucha del pueblo kurdo, de los brigadistas que acuden a luchar junto a ellos contra el ISIS, es porque creo que hay que apoyarles para derrocar al ISIS. Y si las potencias ahora se deciden a intervenir contra el ISIS, me parecería incoherente pedirles que no intervengan. Aun sabiendo que son los grandes responsables, por sus políticas imperialistas fundamentadas en sus intereses petrolíferos. Espero habértelo aclarado un poco. Muchas gracias por escribir.

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  3. Entiendo tu posición Javier aunque no la comparto. El "No a la Guerra" es también un NO a la agresión que soporta el pueblo kurdo. De todas maneras interesante tu argumento. Un saludo y te invito a visitar mi blog y en especial este artículo .http://meatrevoaopinar.blogspot.com.es/2015/01/terrorismo-y-pantomima.html

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  4. Te agradezco mucho que me hayas escrito, Carlos, aunque no estemos plenamente de acuerdo. He leído tu artículo y aunque no coincidamos totalmente en el análisis, me parece igualmente interesante. Un saludo.

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